viernes, 7 de octubre de 2011

Seúl exige a Tokio disculpas para miles de mujeres forzadas a prostituirse

Corea del Sur ha instado este jueves a Tokio a ofrecer una disculpa oficial y una indemnización para las llamadas 'comfort women', mujeres obligadas a ser esclavas sexuales en burdeles administrados por el Ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial.


Corea del Sur ha instado este jueves a Tokio a ofrecer una disculpa oficial y una indemnización para las llamadas 'comfort women', mujeres obligadas a ser esclavas sexuales en burdeles administrados por el Ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial.

El ministro surcoreano de Asuntos Exteriores, Kim Sung Hwan, dijo a su homólogo japonés, Koichiro Gemba, durante una visita a Seúl que dado que el promedio de edad de las víctimas es de 86 años, Tokio debería intentar resolver el asunto de forma humanitaria. "Dejamos nuestra posición sobre el asunto de la indemnización muy clara, no voy a repetirlo otra vez", dijo Gemba en rueda de prensa, añadiendo que las conversaciones continuarían.

Japón ha renunciado a verse involucrado en este asunto, que ha sido una espina constante en las relaciones entre los dos vecinos. Tokio afirma que se resolvió completamente con un acuerdo en 1965. Sin embargo, en 1993 reconoció que el Estado jugó un papel importante cuando se obligó a unas 200.000 mujeres chinas y coreanas a ejercer en burdeles militares y en 1995 se creó un fondo para indemnizar a los supervivientes. Aún así, Japón se ha negado a pagarles compensaciones directas.

"¿El Gobierno de Japón piensa que todo estaría mejor si estuviésemos muertas?", se pregunta Kil Won Ock, de 84 años, en una entrevista concedida a Reuters en su casa de Seúl. "He sido incapaz de dormir tranquila durante siete décadas. Fui forzada a prostituirme cuando tenía trece años. No importa cuánto nos paguen, las cicatrices no podrán borrarse", añade. "El Gobierno japonés debe mostrar una actitud sincera y decir la palabra 'perdón', oficialmente, eso es lo que queremos realmente", subraya.

Todos los miércoles desde hace veinte años, las mujeres, eufemísticamente llamadas 'halmoni' que significa abuela en coreano, se reúnen fuera de la Embajada japonesa en Seúl, pidiendo una compensación.

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