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miércoles, 25 de enero de 2012

La pesca en el mundo prehistórico

Utensilio de pesca hallado
en el yacimiento.
Hallan cerca de Moscú utensilios de pesca de más de 7500 años de antigüedad 

Un equipo internacional de arqueólogos liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha documentado cerca de Moscú una serie de cercos y trampas de pesca de más de 7.500 años de antigüedad. Los utensilios hallados, entre los más antiguos de Europa, presentan una gran complejidad técnica y su estudio permitirá conocer el papel de la pesca en las poblaciones europeas de inicios del Holoceno (hace 10.000 años).

"Hasta ahora se pensaba que los grupos mesolíticos no tenían campamentos estables, sino que eran estacionales. Según los resultados obtenidos durante las excavaciones, tanto en el Mesolítico como en el Neolítico, el grupo humano que habitó la cuenca del río Dubná, cerca de Moscú, realizaba actividades productivas a lo largo de todo el año", explica el investigador del CSIC Ignacio Clemente, de la Institución Milà y Fontanals, y director del proyecto.

Según Clemente y su equipo, durante el Neolítico y el Mesolítico, los habitantes de esta región, denominada como Zamostje 2, cazaban preferentemente en verano e invierno, pescaban en primavera e inicios de verano, y recolectaban frutos silvestres a finales de la época estival y en otoño.

Tres años de trabajo

"Pensamos que la pesca tuvo un papel fundamental en la economía de estas sociedades por ser un producto predecible, fácil de conservar, secado y ahumado, y de almacenar para un posterior consumo", apunta Clemente.

Durante este proyecto, que acaba de finalizar después de tres años de trabajos, se han encontrado objetos cotidianos (cucharas, platos, etc.), instrumentos de trabajo, armas de caza y aperos de pesca, todos ellos manufacturados con sílex y otras rocas, huesos y astas. 

"Los útiles de pesca documentados muestran una tecnología muy desarrollada y dirigida para la práctica de diversas técnicas pesqueras. Podemos destacar el hallazgo de dos grandes nasas (especie de cesta entretejida con varillas de pino empleada para pescar) de madera muy bien conservadas, de hace 7.500 años. Se trata de una de las dataciones más antiguas en este territorio y, sin duda, de las mejor conservadas, pues aún mantienen algunos cordajes de unión manufacturados con fibras vegetales", añade el investigador del CSIC.

Además, los investigadores han recuperado objetos relacionados con la captura y el procesado del pescado, como anzuelos, arpones, pesas, boyas, agujas para la elaboración y reparación de redes, así como cuchillos de costilla de alce para descamar y limpiar el pescado.
Restos orgánicos

Una de las peculiaridades del yacimiento de Zamostje 2 es la conservación de numerosos materiales orgánicos, como maderas, huesos, hojas de árboles, excrementos fósiles, y en especial restos de pescado.

Utensilios hallados en la zona.
Según Clemente, "resulta muy raro encontrar yacimientos donde se conserven tantos materiales orgánicos. Los restos ictiológicos que hemos encontrado nos dan una idea del porcentaje proteínico que el pescado aportaba a la dieta de la población prehistórica. Además, nos permitirán hacer un análisis desde el punto de vista de la clasificación de especies, cantidad y tamaño de las capturas y época de pesca, entre otros. Estos datos son imprescindibles para poder valorar el papel que jugó la pesca en la economía de estos grupos humanos".

El yacimiento arqueológico fue descubierto en los años 80 durante las obras para construir el canal por el que actualmente fluyen las aguas del río Dubná, de la cuenca Oka-Volga. Zamostje 2 presenta cuatro niveles arqueológicos: dos del Mesolítico (entre hace 7.900 y 7.100 años) y dos del Neolítico (entre hace 6.800 y 5.500 años).

"Estos niveles se hallan bajo una capa de subsuelo con aguas subterráneas y bajo un nivel de turbera posterior, que ha permitido una magnífica conservación de los materiales arqueológicos, incluidos los de origen orgánico", concluye el investigador del CSIC.

En el proyecto, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, han participado también el Instituto de Historia de la Cultura Material-Academia de Ciencias de Rusia, el Museo Estatal del Hermitage de San Petersburgo, el Museo Estatal de Sergiev Posad, la Universidad Autónoma de Barcelona y el Centre National de la Recherche Scientifique de Francia.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

De nuevo Stonehenge


Un tesoro arqueológico descubierto recientemente por un equipo de la Open University podría transformar nuestra comprensión de Stonehenge. Los artefactos más importantes descubiertos son dos patos tallados, el primero de este tipo que se encuentra en Gran Bretaña.

Según el equipo, los patos probablemente son el resultado de la talla de figuras de animales durante la Edad del Bronce, arrojados después al agua como ofrendas.

Pero mientras que los patos se remontan al año 700 a. C., también se encontró una daga ceremonial que era del doble de edad, originaria de alrededor del 1400 a.C. Sin embargo, otro elemento que el equipo de excavadores inicialmente creía que era un diente de vaca, resultó ser gracias a la datación por radiocarbono, un objeto de alrededor del 6250 a.C., unos 3.000 años antes de la fecha más antigua dada a Stonehenge hasta el momento. Se trata de la parte de un tramo de más de 200 huesos de animales enterrados en un principio junto a lo que parecen los restos de un gran incendio. Este hecho sugiere un gran encuentro de más de 100 personas en el Mesolítico. Los huesos aparecidos no son de vacas sino de uro, un animal extinguido del tamaño de un búfalo.

"Se trata probablemente de una de las primeras de las comidas cocinadas con registro arqueológico en el Reino Unido", señaló David Jacques de la Universidad Abierta, quien dirige el trabajo de campo. Otras excavaciones revelaron más de 5.500 piedras trabajadas y otras herramientas. Teniendo en cuenta que solamente unos pocos objetos del mesolítico han aparecido en los alrededores de Stonehenge, el descubrimiento es una evidencia palpable de la línea cronológica manifestada por la vida humana en aquel lugar. De ello deducimos que Stonehenge podría haber sido un sitio de gran importancia para los seres humanos durante miles de años, incluso antes de que el monumento fuera construido

"No es nada excepcional ya que teníamos sospechas de la existencia de un monumento mesolítico en alguna parte gracias a los postes que se encontraron durante la excavación del aparcamiento hace unos años", dijo Jacques.

David Jacques, que dirige un curso sobre Historia de Roma, utiliza a sus estudiantes de OU para excavar un yacimiento de la Edad del Hierro al noreste de la colina en donde está la fortaleza conocida como Campo del Vespasiano. Cavar en el lecho de un muelle antiguo reveló el hallazgo de diferentes objetos. El equipo comenzó sus excavaciones en una propiedad privada en 2005.


miércoles, 30 de noviembre de 2011

Herramientas de los primeros sapines

Algunas de las piedras de Omán.
El hallazgo de un buen número de herramientas de piedra en el Sultanato de Omán, en la esquina sudeste de la Península Arábiga, ha revelado pistas de la que podría ser la primera salida de los humanos modernos que emigraron de África buscando nuevas tierras.

Un equipo de arqueólogos y geólogos ha encontrado, en las Montañas Dhofar, miles de piezas líticas que, según aseguran, fueron realizadas por miembros de la especie ‘Homo sapiens’ hace más de 100.000 años. En total, los investigadores, liderados por Jeffrey Rose, de la Universidad de Birmingham, encontraron más de un centenar de yacimientos con utensilios elaborados por la tecnología denominada ‘Nubia de la Media Edad de Piedra’ (MSA, por sus siglas en inglés).

Esta técnica, conocida por otros yacimientos a lo largo del valle del Nilo, nunca se había encontrado fuera de África, según destacan los investigadores en un artículo publicado en ‘PLoS One’ esta semana, por lo que se convierte en la primera evidencia de este viaje.

Para datar los yacimientos, utilizaron la moderna técnica de la Luminiscencia Ópticamente Estimulada (OSL), que determinó que tenían al menos 106.000 años de antigüedad. Es una fecha bastante anterior a la que se maneja con datos genéticos, que apunta que la dispersión de nuestra especie fuera del continente africano ocurrió hace entre 70.000 y 40.000 años.

Parte del trabajo consistió en determinar que había en esta zona, hoy totalmente desértica, en aquel lejano periodo, dado que algunos asentamientos están a más de 100 kilómetros de la costa. Los restos de animales y flora encontrados apuntan que era mucho menos seca que ahora. Han averiguado que había grandes corredores con pastos en los que abundaban los herbívoros.

«Era un paraíso verde rico en agua fresca, antílopes y buenas rocas de pedernal para hacer herramientas», señala Rose. Por ello, considera más que probable que los cazadores se aventuraran más allá de su tierra conocida en busca de alimento. Los que vivían más cerca de la costa, además podían aprovechar los recursos marinos.

No está claro si estos grupos son los que luego viajaron hacia Asia o si acabaron por volver a África cuando el clima empeoró. «Esa es la pregunta del millón», nos dice Rose, que seguirá investigando en la zona.

Investigadores españoles han puesto en duda estas conclusiones. "La datación no se ha hecho en el mismo lugar donde se encontraron las piezas a las que hacen referencia, así que no sabemos cómo han llegado a estas conclusiones", afirma el arqueólogo Manuel Domínguez-Rodrigo, que dirige un proyecto de investigación sobre evolución humana en la Garganta de Olduvai (Tanzania).

viernes, 25 de noviembre de 2011

Nuevos parientes de los neandertales en Atapuerca

Algunos dientes de la Sima de los Huesos analizados.
La especie humana que habitó en la sierra de Atapuerca hace medio millón de años, y cuyos restos se acumulan en la Sima de los Huesos, el mayor 'cementerio' del Pleistoceno Superior en Europa, podría ser un linaje 'pariente' de los neandertales y no sus antepasados, como se ha defendido hasta ahora.

Esta es la conclusión a la que ha llegado el equipo liderado por la paleontóloga, experta en dentición, María Martinón-Torres, del Centro Nacional de Investigación en Evolución Humana (CENIEH), tras el estudio de más de 500 piezas dentales fosilizadas encontradas en la Sima durante los últimos años.

El análisis, cuyos resultados se publican en la revista 'Journal of Human Evolution', concluye que aquellos homínidos, clasificados como 'Homo heidelbergensis', no son los antepasados de los neandertales clásicos, como se apuntaba hasta ahora, porque, curiosamente, tienen rasgos dentales "más neandertales que estas poblaciones típicas". "Si fueran sus ancestros, los rasgos habrían ido pareciéndose con el tiempo, pero lo que vemos es que hace 500.000 años tenían rasgos neandertales incluso exagerados", argumenta Martinón-Torres.

La investigadora apunta dos posibilidades ante estos resultados: o hubo un cuello de botella evolutivo que hizo que todos los neandertales posteriores (del Pleistoceno Superior) fueran descendientes de los homínidos de la Sima; o estos últimos fueron un linaje paralelo, unos "hermanos" evolutivos que, además, no tendrían por qué ser los únicos que existieron. "Ello explicaría la variedad de rasgos que se han identificado en la especie 'Homo heidelbergensis', que es como un cajón de sastre y que tendría que ser redefinida porque igual hubo varios linajes paralelos", señala la autora.

El duro clima del Pleistoceno

José Mª Bermúdez de Castro, director del CENIEH y coautor del artículo, recuerda que ya había algunas dudas sobre que todos los 'H. heidelbergensis' eran antecesores de los neandertales. "Debido a lasduras condiciones glaciares de Europa en este periodo, estos homínidos habrían evolucionado en aislamiento, acumulando de forma progresiva características típicamente neandertales a través de frecuentes cuellos de botella y extinciones locales. Ahora vemos que hay muchos misterios sin resolver, pero todo indica que no fue una especie homogénea".

En este caso, esas condiciones de aislamiento climático habrían favorecido procesos como la deriva genética, provocando que los homínidos de Atapuerca evolucionaran hacia otro linaje con una morfología diferente de la que se observa en otros restos del Pleistoceno Europeo.

Según este trabajo, en el que también han participado los investigadores Aida Gómez Robles, Leyre Prado Simón y Juan Luis Arsuaga, cabe la posibilidad de que durante el Pleistoceno Medio en Europa, hubierancoexistido varios linajes humanos diferentes, lo que obligaría a redefinir la especie de H. heidelbergensis.

martes, 22 de noviembre de 2011

Las brutales palizas del hombre del Pleistoceno

Cuatro posiciones del mismo cráneo en el que se observa la fractura.
La especie humana, desde sus más tempranos orígenes, no ha podido reprimir su agresividad. El estudio de un cráneo de hace 126.000 años, encontrado en un yacimiento de la provincia china de Guangdong, así lo confirma. Según el nuevo análisis del fósil, el boquete de 14 centímetros que tenía aquel individuo en su cráneo no es fruto de un accidente, sino de una pelea con un congénere en la que recibió un fuerte golpe con un objeto pesado.

Los investigadores apuntan, en un trabajo publicado en la revista 'Proceedings of National Academy of Science' (PNAS), que la herida fue realizada con un arma roma. "Es un pequeño ejemplo de cómo los humanos de la Edad de Hielo se pegaban, posiblemente el ejemplo más antiguo de agresión documentada en nuestra especie", afirma Lynne Schepartz, de la Universidad del Witwatersrand (Sudáfrica), uno de los comentarios de autores del artículo.

Los paleontólogos reconocen que no es posible tener la certeza absoluta de si la agresión fue accidental o intencionada, ni si fue fruto de un desacuerdo coyuntural o fue planificada y premeditada. Sin embargo, como reconoce Schepartz, identificar una lesión traumática es de gran interés para ayudar a conocer el comportamiento humano en aquellos tiempos y, además, aporta datos sobre la capacidad que tenían de sobrevivir con una grave herida en la cabeza.

Ayuda del grupo social

"El herido de Maba tuvo que necesitar ayuda de su grupo social, y eso quiere decir que alguien tuvo que cuidarle y proporcionarle comida hasta que se curó su herida", señala el investigador, que ha trabajado con el chino Xiu-Jie Wu y con Erik Trinkaus, de la Universidad de Washington.

Cuando se encontró el cráneo de Maba, en 1958, también se descubrieron restos de otros mamíferos en la misma cueva. Fueron unos campesinos quienes se toparon con los huesos cuando quitaban sedimentos dentro de la cavidad para echar fertilizante. El cráneo se encontraba partido en varias piezas, que fueron ensambladas por los paleontólogos de hace medio siglo.

Sin embargo, aquellos investigadores no supieron determinar a qué se debía la lesión curada que se apreciaba, si había sido causada por una infección, un tumor, quemaduras o golpes. Es por ello que ahora se retomó su estudio. Los investigadores utilizaron técnicas de estereomicroscopía y un escáner topográfico de alta resolución para analizar la estructura interna del hueso.

La conclusión fue que el golpe en la parte derecha frontal se debía a un impacto localizado, suficientemente fuerte como para producir ir un agujero. "Con anterioridad, se han encontrado heridas en restos de neandertales y otros homínidos, pero no se sabe si fueron accidentes de caza o agresiones. También se sabe que los neandertales practicaban el canibalismo, así que agredían a otros individuos para comérselos, pero en este caso es la guerra por la guerra y eso marca la diferencia", explica el paleontólogo Jordi Agustí, del Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES).

jueves, 10 de noviembre de 2011

Encuentran un hueso humano de 24.000 años en una isla de Japón

El hallazgo podría ayudar a identificar a los antepasados del pueblo japonés

Un equipo de científicos japoneses ha anunciado el hallazgo de un fragmento de hueso humano de unos 24.000 años de antigüedad en una cueva de la isla de Ishigaki, en la provincia de Okinawa (suroeste de Japón).

Estos restos humanos se encuentran entre los más antiguos descubiertos hasta ahora en Japón, después del hallazgo anterior de un fragmento que se estima data de hace 32.000 años en una cueva de Naha, también en Okinawa.

Los investigadores, dirigidos por el antropólogo de la Universidad de Tokio Minoru Yoneda, utilizaron el método de análisis de radiocarbono para especificar la antigüedad del hallazgo, que se produjo en marzo de este año.

Según Yoneda, el descubrimiento, fruto de una expedición iniciada en 2010 por el Centro Arqueológico de Okinawa, podría ayudar a identificar datos sobre los antepasados del pueblo japonés.

En febrero de 2010 los arqueólogos ya encontraron tres fragmentos de huesos humanos en las ruinas de las cuevas de Shirahosaonetabaru, en las cercanías del aeródromo de Ishigaki, que catalogaron como restos de entre 15.000 y 20.000 años de antigüedad.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Descubren en Alemania las pinturas rupestres más antiguas de Centroeuropa

Podrían tener un significado religioso o reflejar un calendario menstrual, según el arqueólogo Nicholas Conard


Una de las piedras con puntos rojos simbólicos de hace más de 15.000 años
«Cuando el arqueólogo Nicholas Conard se pone a trabajar en el yacimiento de Schwäbische Alb, seguidamente, casi siempre, hay que reescribir la historia del hombre», escribía hoy la agencia alemana dpa para dar a conocer que un grupo de investigadores, bajo la dirección de Conard, han descubierto en esa región del sur del país las que se consideran las pinturas rupestres más antiguas de Centroeuropa, de hace unos 15.000 años.

Se trata de cuatro piedras que fueron coloreadas por manos humanas y que han sido halladas en el interior de la cueva «Hohler Fels» (roca hueca), cerca de la localidad de Schelkingen, informó Conard. Las piedras serán expuestas desde este jueves en el Museo de la Universidad de Tubinga.

Esas rocas están adornadas de manera uniforme con puntos de color pardo rojizo. Los puntos «son cualquier cosa menos una casualidad. Está claro que tenían un significado relevante», dijo el arqueólogo, quien comentó que podrían tener un significado religioso o incluso tratarse de un calendario menstrual de un punto por día.

El color utilizado se consiguió con una mezcla de hematita, tiza roja y gotas de agua rica en cal, según la experta Maria Malina.

La cueva «Hohler Fels» ha deparado en los últimos años varias sorpresas. Aquí, el mismo Conard descubrió la más antigua figura conocida de la época de la glaciación, una venus (figura de mujer de unos 6 centímetros), así como varias flautas hechas con huesos de cisne, todo de hace unos 40.000 años, y que entre otras cosas hacen presuponer que la música, ya entonces, era parte de la vida de esa gente.

Conard, uno de los arqueólogos más famosos del mundo, es optimista para seguir con su trabajo: «En Hohler Fest da igual la capa sedimentaria en la que se trabaje. Al final siempre sale algo sensacional».

Hasta ahora, restos de pintura rupestre se habían hallado solo en Francia y en España, no en la Europa central.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Los 'sapiens' llegaron a Europa Occidental hace 45.000 años

La llegada de los humanos modernos a Europa vuelve esta semana a la palestra científica con dos trabajos, publicados en la revista 'Nature', que adelantan unos cuantos milenios su aterrizaje en el oeste del continente. Restos fosilizados, encontrados hace décadas, han sido analizados de nuevo y, según los investigadores, pertenecieron a 'Homo sapiens' de hace entre 40.000 y 45.000 años que vivieron en Italia y al sur de Inglaterra.

Hasta ahora, los fósiles más antiguos de nuestra especie se habían encontrado en Rumanía (Pestera cu Oase), mucho más al este, y tenían menos de 40.000 años de antigüedad. Ahora, el cambio de fecha, si se confirma, supondría que convivieron más años con los neandertalesy que tecnologías sofisticadas atribuidas a estos últimos realmente fueron realizadas por nuestra especie. Sin embargo, no todos los expertos están de acuerdo con estas conclusiones.

Uno de los fósiles del estudio, parte de un maxilar superior, fueencontrado en 1927 en la Caverna de Kent, en Inglaterra. Unas pruebas con radiocarbono, realizadas en 1987, los situó hace unos 35.000 años, pero ahora han sido investigados de nuevo en la Universidad de Oxford. En concreto, y dado que la excavación tuvo lugar hace más de 80 años, los investigadores han estudiado ahora fósiles deotros animales de la colección del Museo de Historia Natural de Torquay. Y su conclusión es que el fragmento del maxilar perteneció a un humano moderno que vivió hace unos 43.000 años.

El estudio, cuyo primer firmante es Tom Higham, de Oxford, detecta en las piezas dentales rasgos que también podrían ser de neandertales, pero sus autores consideran que predominan los de 'Homo sapiens', a quien atribuyen unas herramientas de piedra de tecnología Aurignaciense (más avanzada que la musteriense de los neandertales) encontradas en el mismo lugar. "Con ello se demuestra la rápida y amplia dispersión de los humanos modernos por toda Europa hace más de 40.000 años", concluyen.

Los dientes italianos

También en 'Nature' se publica la nueva datación de otros fósiles, en este caso dos dientes de niño encontrados en 1964 en la Grotta de Cavallo, una cueva al sur de Italia. Según sus autores, entre los que se encuentra Michael Coquerelle, colaborador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), este infante también era un humano moderno y vivió hace entre 45.000 y 43.000 años. Hasta ahora se pensaba que eran de un joven neandertal.

Para los estudiosos de estos fósiles, no hay duda de que las herramientas relativamente sofisticadas (de la tecnología uluziense) que hay en esa gruta italiana tampoco fueron fabricadas por los parientes neandertales, sino por antepasados de nuestra especie.

Pese a estas conclusiones, a algunos especialistas europeos no les convencen mucho estos resultados. El paleontólogo Joao Zilhao, actualmente en la Universidad de Barcelona, considera que en el caso de la Caverna de Kent las dataciones no están bien hechas porque no se han tenido en cuenta la historia geológica de Kent. Así lo cree también, según declara a ELMUNDO.es, el actual codirector del yacimiento, Paul B. Pettitt.

En opinión de Zilhao, algunos científicos se niegan a reconocer capacidad simbólica a los neandertales "cuando hace más de 50.000 años, ya se adornaban y pintaban, como demostramos en la Cueva de los Aviones de Cartagena".

martes, 25 de octubre de 2011

La agricultura se introdujo lentamente en la alimentación

Una vajilla de hace 6.000 años desvela que la caza y la pesca no desaparecieron con la llegada del cultivo

Los humanos no cambiaron sus hábitos alimenticios inmediatamente después de aprender a cultivar la tierra y domesticar animales. Si bien la ganadería y la agricultura supusieron un cambio en la forma de alimentarse de los humanos, este fue mucho menos abrupto de lo que se pensaba, según un artículo publicado hoy en PNAS.

Los investigadores dirigidos por Oliver Craig, de la Universidad de York (Reino Unido) y Cari Heron, de la también inglesa Universidad de Bradford, llegaron a esta conclusión tras analizar vajillas del ano 4000 antes de Cristo, encontradas en 15 lugares diferentes. Las mejor conservadas se encontraron bajo el mar, en un yacimiento en la costa alemana del mar Báltico.

Los restos de los alimentos que se depositaron en dichos utensilios han sido los que han permitido a los autores investigar qué tipo de dieta seguían los humanos en aquella época, justocuando se calcula que se introdujeron la agricultura y la ganadería. En concreto, los investigadores analizaron las características moleculares e isotópicas de los lípidos (grasas) extraídos de 133 piezas de cerámica y de cien residuos carbonizados hallados en la superficie de las mismas.

Los autores sugieren que la introducción de la agricultura en la zona del Báltico occidental no fue "tan repentina como sugieren algunos estudios de restos de la región".

Los análisis revelan que tanto el pescado como otros recursos acuáticos siguieron explotándose tras la llegada de la agricultura y la domesticación de los animales. La vajilla localizada más cerca de la costa presentaba residuos enriquecidos con una forma de carbono común en los organismos marinos.

Pescado en la dieta

Alrededor de la quinta parte de estos platos contenía otras trazas bioquímicas de organismos acuáticos, incluyendo grasas y aceites de los que carecen los animales terrestres y las plantas. Entre las piezas de vajilla encontradas tierra adentro, el 28% contenía residuos de organismos acuáticos, aparentemente de pescado de agua dulce.

Según Craig, esta investigación pone de manifiesto la evidencia de que los habitantes del Báltico occidental continuaron explotando los recursos marinos y de agua dulce a pesar de la llegada de los animales domesticados y las plantas cultivadas. Aunque la agricultura se introdujo rápidamente en la región, "puede no haber causado un cambio tan dramático del estilo de vida cazador-recolector como se pensaba". Se trata del mayor estudio hasta la fecha en este campo.

domingo, 23 de octubre de 2011

Primeros americanos


Restos de un mastodonte cazado confirman la presencia humana antes de la cultura Clovis

Una costilla de mastodonte encerrada en un cajón durante más de 30 años ha servido ahora para confirmar que ya existía una sociedad humana en América antes de la cultura Clovis, que supuestamente había sido la primera en establecerse en el continente, hace 13.000 años.

Los restos fósiles del mastodonte, un animal prehistórico parecido a un mamut, muestran que hace 13.800 años alguien le hincó una punta de lanza de hueso en el costado izquierdo. El arma atravesó 30 centímetros de músculos y su punta quedó clavada para siempre en la costilla.

El fósil, descubierto a finales de la década de 1970 en el yacimiento de mastodontes de Manís, en el estado de Washington (EE.UU), ha sido analizado ahora por un equipo dirigido por el antropólogo Michael Waters, de la Universidad de Texas A&M, y Eske Willerslev, de la Universidad de Copenhague. Sus resultados se publicaron en la revista Science. Este nuevo hallazgo sepulta definitivamente la teoría de que los individuos de la cultura Clovis fueron los primeros en establecerse en América, cruzando por el estrecho de Bering desde Siberia hasta Alaska.

El propio Waters publicó en marzo el hallazgo en el yacímiento texano de Buttermilk Creekde más de 15.528 artefactos humanos datados en 15.500 años. La mayor parre eran lascas procedentes de las fabricación de utensilios.

Los nuevos restos del mastodonre lanceado demuestran que el ser humano ya cazaba a estos animales y a los mamuts casi mil años antes de lo que se pensaba, con lo cual, su extinción en el continente no fue sólo culpa de los hombres de la cultura Clovis y de otros factores, como el clima.

Hasta hace muy poco, muchos científicos sostenían que la desaparición de estos grandes mamíferos, producida poco después de la llegada de la cultura Clovis hace 13.000 años, se debió a una blitzkrieg, una especie de guerra relámpago de estos cazadores, destronados ahora definitivamente como primeros americanos. 

jueves, 8 de septiembre de 2011

El nuevo ancestro del ser humano moderno


Fósil del cráneo de 'Australopithecus sediba'. | Science

Los fósiles de dos jóvenes homínidos encontrados en una cueva de Malapa, cerca de Johannesburgo (Sudáfrica), podrían revolucionar el árbol evolutivo que soporta la rama del ser humano. Cinco investigaciones, publicadas en la prestiogiosa revista 'Science', analizan varios aspectos de la morfología de los 'Australopithecus sediba' y concluyen que este homínido primitivo podría ser la base del género 'Homo' (que incluye a la especie humana 'Homo sapiens') en el árbol de la vida.
Además, uno de los estudios, dirigido por el investigador del Instituto de Evolución Humana de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, retrasa la edad de ambos ejemplares hasta hace casi dos millones de años (concretamente 1,977 millones de años). Este dato sitúa a esta especie antes que las apariciones más tempranas en el registro fósil de los 'Homo'. Los fósiles más antiguos del género que condujo hasta el ser humano moderno datan de hace 1,9 millones de años y corresponden con ejemplares de 'Homo habilis' y 'Homo rudolfensis', antecesores del ancestro humano indiscutible, el 'Homo erectus'.
Fósil de la mano. | ScienceFósil de la mano. | Science
Pero la edad más antigua de los fósiles de A. sediba indican que esta especie más antigua que los 'Homo' es un linaje diferente a partir del que podría haber evolucionado el 'Homo erectus', según indican los autores. "La edad es particularmente interesante porque está muy cerca del tiempo de la transición clave que dio lugar al género 'Homo'", aseguró Brooks Hanson, editor en jefe de la revista Science en la presentación de una teleconferencia de prensa con los investigadores.
"Por suspuesto, el retraso de la edad de los fosiles con respecto a la que ofrecimos cuando se presentó el descubrimiento de A. sediba postula a la especie como el mejor candidato para ser el ancestro que condujo hacia el surgimiento del género 'Homo'", aseguró Lee Berger, durante la teleconferencia.

Características 'mosaico'

Además, los nuevos detalles aportados en las diferentes investigaciones publicadas en Science sobre el cerebro, la pelvis, las manos y los pies de 'Australopithecus sediba' dejan claro que este antiguo pariente del ser humano tuvo varios rasgos modernos, parecidos a los humanos, al tiempo que mantiene algunas características muy primitivas. Esta naturaleza "mosaico" hace pensar a los investigadores que A.sediba es el mejor candidato para ser el ancestro del género 'Homo'.
"El panorama evolutivo del ser humano es una gran sopa de letras y hay muchos pretendientes para ser el primer ancestro", explica a ELMUNDO.es Eudald Carbonell, director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social y codirector del Proyecto Atapuerca. "Esta nueva investigación supone una buena hipótesis, pero es muy difícil de comprobar. Las muestras genéticas de los homínidos primitivos están muy fragmentadas, pero la tecnología avanza muy deprisa. Cuando la genética pueda aplicarse a ejemplares de más de 100.000 años podremos tener la solució definitiva para la sopa de letras".
Los nuevos hallazgos incluyen la mano más completa jamás descrita en un homínido primitivo y una de las pelvis más completas jamás descubiertas. Además aportan piezas completamente nuevas del pie y tobillo que permiten a los investigadores saber que 'Australopithecus sediba' caminaba erguido sobre sus dos piernas. Otro de los grandes descubrimientos relacionados con el análisis de la mano es que la especie ya fabricaba herramientas de piedra, lo que hasta la fecha sólo se relacionaba con el género Homo.
"Hay estructuras en la mano que reflejan un gran énfasis en la fabricación de herramientas asociada a una manipulación muy fina de esas herramientas para resover los retos ambiantales de la especie", explicó Steven Churchill, otro de los autores de los estudios.

domingo, 5 de junio de 2011

En busca del último neandertal

El hallazgo en los Urales de herramientas de 33.000 años de antigüedad hace sospechar a los científicos que esta especie humana desapareció miles de años más tarde de lo que se creía y convivió un largo tiempo con los humanos

El hallazgo en los Urales, al norte de Rusia, de 313 herramientas con 33.000 años de antigüedad ha reavivado el fuego alrededor de algunas de las cuestiones más inquietantes de la Paleontología: ¿Hasta cuándo sobrevivieron los neandertales? ¿Durante cuánto tiempo convivió esta "segunda especie inteligente" con la nuestra? El hallazgo, que aparece esta semana en Science, podría ayudar a encontrar respuestas a preguntas que, hoy por hoy, siguen sin contestar.

Hace 33.000 años ya había en Europa hombres "como nosotros". Nuestra especie, en efecto, llegó al continente europeo hace alrededor de 40.000 años y allí se encontró con otros pobladores mucho más antiguos y que desaparecieron al poco tiempo de nuestra llegada. ¿Qué fue exactamente lo que pasó?

Lo cierto es que no existen en todo el viejo continente restos de neandertal que sean más antiguos de 40.000 años. Pero el hallazgo de un completo juego de herramientas en los montes Urales podría adelantar esa fecha en varios miles de años. Por desgracia, no existen restos humanos asociados a esas herramientas. Es decir, no han aparecido los cuerpos de sus constructores.

Herramientas encontradas en los Urales
Herramientas encontradas en los Urales

A pesar de ello, parece claro que fueron fabricadas con una tecnología mucho más antigua de la que utilizaban en ese momento los humanos modernos. Y si no fueron ellos, nuestros antepasados directos, entonces tuvieron que ser hechas por un grupo de neandertales, una pequeña población que, por algún motivo, logró sobrevivir en aquella gélida región (cerca del Círculo Polar Artico) mientras que sus congéneres se extinguían por todas partes sin remedio.

Distribución de los Neandertales en Europa
           Distribución de los Neandertales en Europa

La "sustitución" del hombre de neandertal por nuestra propia especie no se hizo en un día, sino que fue un proceso que duró varios miles de años (muy poco para la desaparición completa de una especie). Ahora bien, ¿Cuánto tardaron exactamente en extinguirse por completo? ¿Dónde y cuándo vivió el último hombre de neandertal?

Si el hallazgo de los Urales se confirma, estaríamos, precisamente, ante algunos de los últimos representantes de una clase de ser humano que vivió a sus anchas en Europa durante por lo menos 350.000 años. Y que fue sustituido en muy poco tiempo por otro tipo de hombre recién llegado: nosotros.

En busca del último neandertal, L. Slimak

El autor principal del artículo, Ludovic Slimak, ha estudiado a fondo las herramientas y asegura que son directamente comparables con otras, mucho más antiguas, asociadas sin lugar a dudas a asentamientos de neandertales. Slimak y sus colegas han logrado encontrar en el yacimiento de Byzovaya, hasta 313 herramientas, esparcidas junto a restos de mamut y otros animales. Las herramientas consisten en raspadores, núcleos y artefactos de piedra, y todos ellos con las características distintivas y el estilo de fabricación propio de tiempos mucho más antiguos, del Paleolítico Medio. No hay cuchillos ni hojas afiladas y cortantes, algo que, en el Paleolítico Superior, sí que utilizaban los pobladores de nuestra propia especie.

El mapa muestra la localización de Byzovaya
                                              El mapa muestra la distribución de Byzovaya

Si se logra encontrar allí algún resto de neandertal que confirme sin lugar a dudas la autoría de estos artefactos, significaría que las dos especies humanas inteligentes, la de los neandertales y la nuestra, coexistieron durante un tiempo mucho más largo del que se creía.

Investigaciones recientes han demostrado ya que el 4% de nuestros genes son una herencia directa del hombre de neandertal. Quizá nuestro contacto con ellos fue mucho más intenso y directo del que ese exiguo porcentaje parece sugerir.

Ludovic Slimak (izquierda) examina el colmillo de un mamut
Ludovic Slimak (izzquierda) examina el colmillo de un mamut

viernes, 25 de febrero de 2011

Los primeros americanos, 2.000 años más viejos de lo que se pensaba

Este estudio hace remontar a los primeros Americanos a las tribus de la cultura Clovis, cuyos vestigios se encontraron en varios lugares desde 1932. Según esta hipótesis controvertida, los portadores de esta cultura caracterizada por una técnica muy particular de importancia de las puntas de sílex bifaces habrían venido de Asia hace alrededor de 13.500 años por el Estrecho de Bering durante las glaciaciones. Se habrían extendido a continuación sobre todo el continente para alcanzar el sur de Sudamérica. El nuevo yacimiento arqueológico tejano 'Debra L. Friedkin' y situado a unos 70 kilómetros al noroeste de Austin, documenta con un número de vestigios sin precedentes la existencia humana en el continente americano previo a las tribus de Clovis. "Vuelve a poner por lo tanto en cuestión la teoría actual de los primeros asentamientos americanos", destaca a Michael Waters, director de la Universidad de Texas y principal autor de estos trabajos. Según Walters, este nuevo descubrimiento supone un gran salto hacia la nueva comprensión de los primeros habitantes de América

lunes, 7 de febrero de 2011

Lo poco que nos separa del mono

El genoma del ser humano, el primero de los prima­tes del que se secuenció el genoma, tardó 13 años en ver la luz: desde 1990 hasta 2003. Y la inversión fue de 3.000 millones de dólares. El último ha sido el del orangután, que se ha realizado en menos de tres años y con un coste 150 veces menor. «La velocidad a la que va la tecnología es asombrosa. Cuando empezamos en 2007, contábamos con una. pero en el camino surgió otra de segunda generación que nos permite secuenciar genomas de ani­males tan evolucionados como los primates en unos días», explica Car­los López-Otin, biólogo de la Univer­sidad de Oviedo, que ha participado ya en la secuenciación de varios ge­nomas: la rata, el ornitorrinco, el chimpancé y. ahora, el orangután. Se puede asegurar que es un experto en la materia, y por su trabajo reci­bió el Premio Nacional Ramón y Cajal de investigación en 2009.
En el fondo, el objetivo último de su trabajo y el de los muchos cole­gas implicados en estos proyectos es la búsqueda de claves genéticas que ayuden a conocer mejor el organismo humano y, por tanto, entender los cambios evolutivos de la especie y, a la vez, tener nuevos instrumentos para la lucha contra numerosas enfermedades.
En los últimos 10 años, al geno­ma del ser humano, del que ya se tienen versiones de diferentes ra­zas y orígenes, ya se habían suma­do el del chimpancé (2005) y el de los macacos rhesus (2007). Y a to­dos ellos, durante 2010 se añadie­ron dos más de humanos que ya no existen: el genoma de los neandertales y el de los denisovanos. Esta última, de momento, es la úni­ca especie de homínido descrita molecularmente, sin que se tenga material fósil suficiente como para tener su imagen.
«Tras definir el orden de los 3.000 millones de nucleótidos de nuestro ADN y cómo se organi­zan para construir 25.000 genes, había que compararlos con los de otros organismos y ver qué fun­ciones se han ido adquiriendo, modificando o perdiendo a medi­da que la especie fue evolucionan­do. Como hasta ahora eran proce­sos muy caros y complejos, se se­leccionaron especies por su interés biomédico, como la rata o el ratón, o por sus implicaciones evolutivas, como el chimpancé, el neandertal o, ahora, el orangu­tán», recalca López-Otín.

RESISTENCIA AL VIH. 
Empezando por la salud, el genoma del macaco, con el que compartimos un 93% del ADN, se está utilizando para enten­der su peculiar resistencia al VIH, distinta a la nuestra y que por tan­to podría ayudar a entender. El del chimpancé, con el que comparti­mos el 99%. desveló que el cromo­soma Y humano limpia errores ge­néticos que se mantienen en el si­mio africano. También el del orangután ya tiene una conclusión médica interesante: se ha compro­bado que genéticamente están protegidos contra un tipo de cáncer, el de páncreas, que sí afecta a nuestra especie.
Pero es sólo la punta del iceberg. Las posibili­dades de comparar ge­nomas son casi infinitas. El equipo de López- Otin. por ejemplo, traba­ja en la secuenciación de 500 genomas tumorales porque su objetivo es, según sus palabras, «disponer de información funda­mental acerca del paisaje genético del cáncer».
En cuanto a evolución, gracias a la secuenciación del ADN nuclear de los neandertales se supo que los humanos modernos se cruzaron ge­néticamente con ellos en Oriente Próximo y, por tanto, ambos com­parten casi un 4% de sus genes. También descubrió que sólo un 1% de su genoma es diferente al nues­tro. Estudios de genes concretos an­teriores, algunos llevados a cabo por el equipo de la cueva de El Sidrón, ya habían revelado caracterís­ticas de esta especie que no se ven en los huesos, como el gen del ha­bla o de su grupo sanguíneo.
«La genética aporta información sobre relaciones dentro de un gru­po o comportamientos reproducti­vos que no se pueden conseguir con la arqueología», apunta el arqueólogo Manuel Domínguez-Rodrigo. Prueba de ello es que el homínido de Denisova, que vivió desde hace un millón de años hasta hace 40.000, se descubrió gracias a los restos de ADN en el dedo de un niño.
Este año, está previsto que se co­nozcan los genomas del gorila y de los bonobos, los últimos grandes primates que quedan por secuenciar. Otras iniciativas ambiciosas son: el proyecto genoma 10K, que pretende descifrar los de 10.000 es­pecies de vertebrados; el Encode que se centra en buscar mecanis­mos de regulación de los genes comparando ADN; o el proyecto 1.000 genomas, que elabora un catálogo de las variaciones genéticas únicas de nuestra especie.

 HOMO SAPIENS

Un complicado genoma de 25.000 genes. La especie, que apareció hace 200.000 años en África, está a punto de alcanzar los 7.000 millones de individuos. Es el único homínido sobre la Tierra desde hace 18.000 años. Todos los seres huma­nos actuales comparten un antepasado femenino común que vivió en África hace unos 150.000 años.
CHIMPANCÉ
Los parientes más cercanos del ser humano. Con un 99% del genoma idéntico al humano, estos primates son capaces de fabri­car herramientas, comuni­carse y hasta tener visión de futuro. Viven en África, donde su número disminuye drásticamente cada año.
ORANGUTÁN
Un primate en grave peligro de extinción. Los conservacionistas calculan que quedan 9.000 ejemplares en Sumatra y 15.000 en Bor­neo, donde la selva está ca­yendo para crear campos de cul­tivo de palmeras de aceite. Su genoma, con el que comparti­mos un 97% de nuestro ADN, ha evolucionado muy lenta­mente en los últimos 14 millones de años. Pueden usar herramientas para conseguir alimentos, aunque no fabricarlas.
NEANDERTALES
Los humanos que se extinguieron en Europa. Esta especie humana evolu­cionó en Eurasia, después de que sus ancestros dejaran África. Los últimos vivieron en Gibraltar hace unos 28.000 años. Son muchas las hipóte­sis en torno a su desaparición (competencia de los 'sapiens', cambio climático, poca diver­sidad genética). Lo que sí se sabe ahora es que algo de ellos pervive en el ADN de to­dos los no africanos.