sábado, 17 de diciembre de 2011

Pioneros sin moral


Cómo dobló los fondos el primer director de la National Gallery con sus viajes por Italia


En el siglo XIX los grandes museos europeos convirtieron el continente en un gigantesco coto de caza. Sin las regulaciones internacionales actuales, las instituciones engordaron sus colecciones gracias a oteadores que, a veces, empleaban métodos que hoy harían estallar más de un conflicto diplomático. Cuando Charles Eastlake  descubrió la Madonna/Virgen del Prado en Italia, por ejemplo, sabía que había descubierto un Bellini , pero no sacó del error al vendedor, que la creía una obra de un artista menor.


 Sir Charles Eastlake fue el primer director de la National Gallery. Cuando accedió al cargo en 1855, el museo alojaba 265 pinturas, una quinta parte de las que presumía el Louvre. Bajo su mandato, la National dobló su catálogo. Algunas de las nuevas piezas (concretamente, 171) llegaron gracias a lo que llamaba sus "viajes de descubrimiento". Cada año, durante seis semanas, recorría Italia acompañado de su esposa y su criado. No viajaba a ciegas. Sus rutas se trazaban con la ayuda de un agente, que se encargaba de filtrar rumores de tesoros escondidos y de quién ponía a la venta qué. Easdake se hizo con La batalla de San Romano, de Paolo Uccello, o El bautismo de Cristo, de Piero della Francesca, por citar dos de sus mayores hallazgos. 

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