domingo, 16 de octubre de 2011

El mundo al inicio de la II Guerra Mundial


La  II Guerra Mundial incendia el paisaje europeo el primero de septiembre de 1939, en el momento de la invasión de los alemanes en Polonia, y termina en Europa, al menos militarmente, cuando el 25 de abril de 1945 las vanguardias blindadas de las fuerzas americanas y soviéticas se estrechan la mano en Torgau, sobre la orilla del Elba, después del aplastamiento del nazismo. Entre las dos fechas de la sangre y del miedo, de la guerra y la paz, la Historia debe aclarar que los aliados, soviéticos y occidentales, riñeron dos guerras diferentes, unidas tan sólo en apariencia por la necesidad común de aplastar a Hitler a cualquier precio, aunque este precio fuera muy alto.

Sólo admitiendo la teoría de las dos guerras puede entenderse el periodo de tiempo que se extiende entre 1939 y 1945, cortado casi en su mitad por el 22 de junio de 1941, cuando la demencia de Hitler lanza a sus tropas contra la Unión Soviética para abrir la primera etapa de su propio suicidio, rompiendo la alianza que había mantenido en paz su frontera oriental, gracias al Pacto de No Agresión germano-soviético del 23 de agosto de 1939.

La invasión alemana de Polonia fue la consecuencia de la inmensa debilidad que los países occidentales habían exhibido frente al revanchismo hitleriano a través de una serie de capitulaciones sucesivas, que tuvieron en Munich el 30 de septiembre de 1938, su más clara demostración.

Pero a la hora de las revisiones históricas, la Europa que todavía vive en libertad haría muy mal enterrando el recuerdo de las masas que aclamaban en Londres y París a Daladier y a Chamberlain, a su regreso de Munich después de haber evitado que los europeos muriesen por defender los Sudetes checoslovacos. Un año más tarde, Marcel Deat lanzaba la gran interrogación cínica del «¿Faut-il mourir pour Dantzig?», cuya respuesta negativa terminó haciendo morir a los europeos por Europa entera.

El  23 de agosto, Von Ribbentrop firma en Moscú el acuerdo Hitler-Stalin, y una semana más tarde Hitler invade Polonia y desencadena la respuesta de los aliados occidentales en auxilio de Polonia. La II Guerra Mundial comienza para salvar a Polonia de Hitler y termina con la destrucción de Polonia a manos de Stalin. La contradicción histórica resulta tan grave, que reclama ciertas invitaciones a la humildad a la hora de revisar el curso de la Historia.

La guerra entre Hitler y los aliados occidentales -la que llamamos primera guerra de la segunda guerra- estaba animada por la lógica de los vencedores de la primera contienda contra la Alemania derrotada en 1918, y, en consecuencia, contra la perturbación hitleriana y su insaciable apetito expansionista. 

Cuando Hitler rompe su pacto con Stalin y le ataca en 1941, forzando a los aliados occidentales, defensores de la libertad, a  una alianza anti-natural con el dictador comunista, se rompe la coherencia de los objetivos de la guerra. Desde 1941, la segunda parte de la guerra se mueve bajo el signo de la contradicción, que en 1945 conduce a la ocupación soviética de media Europa, a la partición de Alemania y a la destrucción de Polonia, cuya supervivencia había sido el original motivo desencadenante del conflicto. Todo esto mientras los aliados occidentales combaten al oeste en nombre de la libertad. 

Cuando los tres “grandes”, Stalin, Truman y Churchill, se separan en Potsdam, ya había caído sobre media Europa el “telón de acero”. Dejemos la última palabra a André Fontaine: «Una época venía de terminar. La desaparición de los enemigos comunes, cuya agresividad les había sacado de sus aislacionismos, revelaba súbitamente a la América capitalista y a la Rusia soviética, tanto la dimensión de sus respectivas fuerzas, como la incompatibilidad de sus ambiciones. Es difícil que una alianza sobreviva a una victoria.» Habían aparecido en la Historia los dos supergrandes. Pero el vencido de 1945 no era sólo Hitler, aunque fuese históricamente el primer culpable. También hubo vencidos inocentes.

El mundo en el momento de estallar la guerra:

1. El 29 de septiembre de 1938 se firma el Pacto de Munich, por el que Francia e Inglaterra acceden a las demandas territoriales de Alemania en los Sudetes. Hitler alcanza de las potencias occidentales la deseada vía libre a sus deseos expansionistas.

2. A la cita de Baviera asisten delegaciones de Gran Bretaña, representada por su primer ministro, Neville Chamberlain; el «premier» francés, Eduard Daladier; el duce italiano, Benito Mussolini, acudió junto al canciller del Reich alemán, Adolf Hitler.

3. El 19 de mayo de 1939 se celebra el primer desfile de la victoria ante Franco. La Guerra Civil española, pese a ser un conflicto local, sirvió de prólogo militar a la II Guerra Mundial. En España lucharon, en uno y otro bando, tropas extranjeras.

4. El 12 de marzo de 1938, el Reich se anexiona Austria, confirmando su acción un mes después mediante plebiscito. El 1 de octubre inicia la ocupación de los Sudetes, y cinco meses más tarde, el 14 de marzo de 1939, las tropas cruzan la frontera checa.

5. Desde marzo del 39, Alemania plantea sus reclamaciones sobre Polonia: 1) La reintegración de Danzig. 2) Una carretera y vía férrea que uniera Prusia oriental y el «Corredor» polaco. 3) Garantías a largo plazo de las nuevas fronteras por establecer.

6. El 3 de octubre de 1935, las tropas italianas habían invadido Etiopia, la antigua Abisinia. Los sueños imperiales de Mussolini se extienden, además, a Libia, Somalia y Eritrea. El 7 de abril de 1939, los italianos invaden Albania, sin declaración de guerra.

7. El 22 de mayo de 1939, los ministros de Exteriores alemán e italiano, Ribbentrop y Ciano, firman el Pacto de Acero, que pone de relieve la identidad de intereses entre Alemania e Italia. Una amistad que todavía no se había puesto a prueba en el terreno militar.

8. El 10 de agosto de 1938, tras veinte días de combates ininterrumpidos, se alcanza un armisticio entre los Gobiernos soviéticos y japonés que pone fin al conflicto que existía entre ambos países, surgido en la frontera chino-soviética de Manchú.

9. El 30 de agosto de 1937, tropas japonesas desembarcan en Shanghai. El 16 de diciembre de ese mismo año, los nipones ocupan Pekín y Nankín, con lo que salvo el territorio del sur, se les puede considerar dueños de casi toda la China continental.

10. Desde que en 1931 se produjera la invasión de Manchuria por Japón, los Estados Unidos, a través de la Liga de Naciones, acusan al Estado nipón de agresor. Japón, asimismo, decide firmar con Alemania y con Italia el Pacto Anti-Comintern.

11. Los territorios continentales e insulares enmarcados en la línea roja en el mapa señalan la extensión del imperio japonés al inicio de la contienda mundial, cuando Japón mantenía una larga y dura guerra con China desde 1931 tras invadir Manchuria.

12. Los Estados Unidos, bajo la presidencia de Franklin D. Roosevelt, han recuperado el pulso económico perdido tras la crisis de 1929. En abril del 39, Roosevelt pide a Hitler y Mussolini garantías de cumplimiento del Pacto de Munich recién firmado. 

Mapa II Guerra Mundial

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